Nada mejor para el día premaratón que relajarse, estirar el cuerpo, y olvidarse de marcas, tiempos de paso, pájaras, etc. No todos corríamos al día siguiente, pero sí que éramos muchos en Cucala, y muchos conocidos. Allí estábamos Andrés, Gustavo, Pepe, Ana, Zapata, Manel, Laura, Bea, Javi, Paco, Hector, Anita, tres de Valencia, unos cuántos grupos que no conocíamos y el que escribe. Mucha gente, y es que Cucala tiene un clima excelente para olvidarse de la fría mañana. Manga corta y casi sudando. Los papás, niños y maratonianos abándonabamos a las 13’30. Nos dejábamos atrás el buen tiempo y a Anita chillando un !casi! que no le salía su último proyecto de siete y pico.
.
Dia perfecto en la Cucala, tienes toda la razón!! Animo y suerte a los maratonianos!!!