La temporada de crestas pirenaicas ha comenzado.
El ultimo fin de semana de Junio un grupo de seis trepas nos dirigimos al bonito valle de Boí para realizar una de las crestas más espectaculares del Pirineo. Sin tener ninguna de sus atalayas los tres mil metros de altura, ofrece una buena cantidad de “complicaciones” como para estar catalogada entre las “grandes” del macizo.
La Cresta Tumeneia-Pa de Sucre, se caracteriza por sus trepadas de 4º+ y sus rápeles verticales. Sin ser excesivamente complicada, si que obliga a asegurar varias zonas para realizarla con garantías.
Los seis trepas, Manu Renau, Juan Gual, Manolín Castillo, Javi López, Jose Zapata, y Arturo Lillo, realizamos la cresta desde el mismo párking de la presa de Cavallers en 12 horas, de las cuales solo 6 fueron para la cresta en sí misma, el resto lo contabilizaron la ascensión y el retorno por uno de los parajes más bellos del Pirineo.
Al día siguiente, y para completar el fin de semana nos desplazamos para realizar un descenso de barranco en el prepirineo, en la cercana localidad de Tremp, concretamente el Barranco del Gurp, que se puede recorrer en una mañana debido a su corta aproximación y retorno. Eso sí, hay que informarse antes de su caudal, puesto que si no ha llovido en las últimas fechas suele presentar el curso seco, aunque con agua en las pozas. No fué ese nuestro caso, y aunque escasa, disfrutamos de una jornada de domingo refrescante con el agua del barranco.
Lo que en otros años hubiera sido un buen fin de semana para realizar alguna “norte clásica” del Pirineo, este año cambia por completo, y debido a las altas temperaturas ha hecho desaparecer casi por completo las abundantes nevadas del pasado invierno.